viernes, 4 de enero de 2013

Diseño orgánico

Como ya se ha comentado en este blog en varias ocasiones, un logotipo o un proyecto de identidad corporativa es algo que va más allá de una imagen bonita que cada cual puede administrar a su antojo. Al contrario, a cada nueva identidad corporativa debe acompañar un manual de uso en el que se delimitan de forma tan clara como estricta las normas de aplicación.
Dichas normas afectan a los colores, a los tamaños, a los usos tipográficos y a demás factores y los delimitan de forma clara e inamovible, determinando los parámetros de aplicación con rigidez y sin concesiones pues no se puede permitir que un mismo logotipo sufra modificaciones según donde se aplique o quién lo haga.
¿No se puede?

Sucede que, desde hace un tiempo, comienzan a proliferar las identidades cambiantes, logotipos que tienen un componente orgánico, casi vivo, que les permite adaptarse a sus diferentes ámbitos de aplicación y a las variadas circunstancias en que deben ser mostrados.
Que nadie se piense que en estos logotipos vale todo, al contrario, sus normas de aplicación son tan rígidas como en cualquier identidad que se precie, pero son por lógica mucho más amplias y complejas.

Para entender de qué hablo, mejor paso a analizar algunos casos.
El primero de ellos es el más completo del que tengo noticia. Diseñado por el niño malo del diseño, Stefan Sagmeister, el logotipo para la Casa da Música de Oporto es una imagen cuyas cambiantes formas son condicionadas por la morfología del edificio.
El edificio en cuestión, un prisma irregular, ofrece diferentes aspectos según sea visto desde cada uno de los puntos cardinales, y de ello se sirvió Sagmeister para crear la identidad.



De este modo, el edificio y el logotipo se convierten en un todo. Pero logotipos basados en edificios los hay a miles, por lo tanto a Sagmeister no le fue suficiente con crear un logotipo que cambiara en función del punto de vista del edificio, sino que fue más allá en el diseño de las aplicaciones.
Una imagen poliédrica admite juegos de colores a los que se les puede sacar mucho partido
Pero siempre se puede ir un punto más lejos. ¿Por qué no hacer que el logotipo se adapte a cada evento, a cada nuevo acontecimiento celebrado en la Casa da Música?
para ello, el estudio neoyorkino creó un generador de colores que se aplicaban al logo a partir de fotografías, con lo cual la identidad resultaba aún más viva y cambiante.
casa da musica
Una vez definida la identidad, sus aplicaciones igualmente se sirvieron de su versatilidad, en especial los carteles para los eventos, donde el logo se convertía en un terreno de juego apto para todo tipo de experimentaciones, con resultados excepcionales en algunos casos.

En definitiva, un trabajo brillante que tiene algunos inconvenientes, entre ellos cierta frialdad otorgada por las formas poligonales y que el abuso del logo para los carteles y la publicidad puede llegar a agotar el recurso y a cansar a los espectadores que, al fin y al cabo, son los destinatarios.

El Siguiente caso que merece ser reseñado es el de la península noruega de Nordkyn.
Este lugar es el punto más boreal de Europa, lo que implica unas condiciones climáticas extremas que condicionan la vida diaria de sus habitantes. Del mismo modo, el clima en Nordkyn condicionó el diseño de su identidad corporativa.
El trabajo realizado por New Design Studio, tuvo en cuenta la forma en que la naturaleza condiciona todo a su alrededor en Nordkyn, haciendo que el paisaje y los elementos integrados en él cambien constantemente, de modo que su logotipo también habría de cambiar con el clima.
Para ello diseñaron una identidad facetada a partir de la estructura básica de los copos de nieve cuyo aspecto habría de variar según fuera el clima en cada momento.

Una vez definidas las formas poligonales cuyas variaciones se basaban en la dirección del viento y en la temperatura, era preciso definir la gama de colores, que vino dada por los colores del espectro y su relación con las temperaturas.



El resultado es un logotipo que cambia en cada momento y que se muestra acompañado de información sobre el día en que fue generado y las condiciones climáticas.
El resultado final es una identidad que evoluciona constantemente, pero ese cambio sólo puede ser observado en aplicaciones web, es obvio que los usos impresos no pueden disponer del componente orgánico y evolutivo de la imagen.





Siguiendo la línea de las anteriores, pero con menor versatilidad, la identidad de la ciudad de Melbourne fue uno de los primeros ejemplos de logotipos cambiantes.
Esta ciudad usaba un logotipo anticuado y pobre, inapropiado para una de las ciudades más importantes de Australia. 
Además, la ciudad capital del estado de Victoria usaba otros cincuenta logotipos para los diferentes servicios del ayuntamiento, lo que convertía su identidad en una amalgama de identidades desagradables y no relacionados entre sí de forma gráfica.
Para solucionar ese caos y para ahorrar el gasto que suponía imprimir tal cantidad de identidades en otros tantos colores, la ciudad encargó al estudio Landor unan nueva identidad, y este respondió simplificando todo a una sola letra, la M.
Marca Melbourne

la nueva letra M, pensada para ser aplicada tanto en dos dimensiones como en tres, mantiene su forma intacta en cada una de las múltiples aplicaciones, pero no así su interior, que cambia constantemente adaptándose a cada situación, admitiendo todo tipo de imágenes y texturas en función del evento, sector o actividad en que se haya de aplicar.
Marca Melbourne
Marca Melbourne

Parece ser que este tipo de identidades mutantes se prodiga sobre todo para identificar lugares, como es el caso de la nueva marca de Canadá, aunque en este caso no es el logotipo el que cambia, sino el entorno.
Este imagen surgió, no de un encargo institucional, sino de un programa de radio cultural, titulado  Studio 360, en el que propusieron mejorar la imagen que de Canadá tenían los norteamericanos dándose a conocer. A raíz de la propuesta, el estudio Bruce Mau Design, optó por una campaña en la que las dos franjas rojas de la bandera de Canadá se superponían a diferentes imágenes e incluso a lugares reales mediante construcciones tridimensionales físicas. De este modo todo aquello que queda enmarcado entre los rectángulos rojos es representativo del país.




La propuesta no es institucional, pero existe una campaña para que el gobierno la adopte antes de su día nacional, el primero de Julio.

Los estudios españoles no son ajenos a esta tendencia en el diseño, y entre sus trabajos cabe destacar la propuesta de Toormix para la identificación de los vinos catalanes.

Basándose en la forma del mapa de Cataluña y en la orografía del terreno en los que tales vinos se producen, han creado una identidad a petición de la revista Icon que, al igual que ocurriera con la marca canadiense, no corresponde a ningún encargo institucional.
La imagen se basa en las combinaciones entre iconos que representan las condiciones climatológicas que influyen en el cultivo y desarrollo de los vinos, y en las características del terreno
El resultado de esta mezcla de elementos permite desarrollar una identificación compleja que muestra una información completa y detallada sobre cada vino, pero que peca de confusa y extremadamente fría en su aplicación final, lejos de los hábitos gráficos al uso en materia vinícola.


Son muchas las identidades y marcas que están surgiendo últimamente siguiendo esta tendencia. Es un mal muy asociado al diseño gráfico, el seguimiento de modas que en ocasiones ralla en la copia descarada. 

Podría poner más muestras, pero para no aburrir las adjunto en los enlaces de interés al pié de la entrada.
En conclusión, todas estas iniciativas son interesantes y muy bienvenidas pues aportan novedad al terreno de la identidad corporativa, aunque entre ellas predomine cierta similitud basada en la repetición de patrones geométricos, lo que les otorga una frialdad no siempre apropiada y una homogeneidad que va en contra de los principios del diseño de logotipos y marcas.
Ya veremos qué nuevas tendencias nos traen los vientos del diseño y hacia donde evolucionan.


Enlaces de Interés:
Casa da Musica de Oporto.
   Vídeo en el que Sagmeister explica su trabajo
   Vídeo corporativo

   Estudio Sagmeister and Walsh
Península de Nordkyn
   New Design Studio
   Península de Nordkyn

Melbourne
    Landor Associates
    City of Melbourne
Canadá
    Bruce Mau design
Vinos Catalanes
    Más sobre la marca

    Toormix
Otros ejemplos.
    Escuela politécnica Suiza

    Bloomsbury Institute for pathogen research
    Goigloo
    Brighton Road Studios
    MIT Media Lab
    Yaroslavl
        Costa Yaroslavl
        Ciudad de Yaroslavl